¿QUÉ CAMBIOS IMPLICA EL APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS?
Tanto para el profesorado como para las familias es importante comprender las implicaciones que la nueva legislación educativa tiene en nuestra práctica docente y que inciden directamente en la metodología con nuestros alumnos. Pero antes hay que tener claros algunos conceptos que incorpora dicha legislación.
Es en el Decreto 97/2015, de 3 de marzo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía donde podemos encontrar las directrices y conceptos generales que pretendemos aclarar y que implican un cambio metodológico.
Por un lado, se entiende por COMPETENCIA CLAVE una combinación de habilidades, prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Se entienden como conocimiento en la práctica, adquirido a través de la participación activa en prácticas sociales que se pueden desarrollar tanto en el contexto educativo formal, a través del currículo, como en los contextos educativos no formales e informales.
Centrándonos en los CAMBIOS METODOLÓGICOS, la metodología tendrá un carácter fundamentalmente activo, motivador y participativo, partirá de los intereses del alumnado, favorecerá el trabajo individual, cooperativo y el aprendizaje entre iguales, e integrará referencias a la vida cotidiana y al entorno inmediato.
¿CÓMO CONSEGUIMOS DESDE LA ESCUELA QUE NUESTROS ALUMNOS SEAN COMPETENTES EN SU VIDA CONTIDIANA Y EN SU ENTORNO?
La respuesta la encontramos también en las orientaciones metodológicas recogidas en el citado Decreto 97/2015, de 3 de marzo, que expresa que “para la adquisición de las competencias, las programaciones didácticas estructurarán los elementos del currículo en torno a actividades y tareas de aprendizaje que permitan al alumnado la puesta en práctica del conocimiento dentro de contextos diversos” y, además “las programaciones didácticas de todas las áreas incluirán actividades y tareas en las que el alumnado leerá, escribirá y se expresará de forma oral, así como hará uso de las tecnologías de la Información y la comunicación”.
Es aquí donde se encuentra el “quid de la cuestión”… la estructuración en torno a tareas, las actividades y los ejercicios. Vamos a aclarar, entonces, éstos conceptos.
Los EJERCICIOS están ligados especialmente a conceptos (contenidos) poco contextualizados, que nos permiten comprobar el dominio o manejo de un determinado conocimiento, como por ejemplo, realizar sumas, memorizas, copiar frases…
Las ACTIVIDADES son un paso más e implican la utilización de algún conocimiento de una forma diferente, como es relacionar, comparar, leer un cuento con la entonación adecuada…
Las TAREAS representan una práctica de vida, con un producto relevante, plenamente contextualiza en una práctica social del entorno del alumnado. Supondrá la resolución y actuación en una situación-problema dentro de un contexto definido. Algunos ejemplos pueden ser preparar un cartel informativo de las actividades que realizamos en el centro o elaborar un menú saludable.
Con esta aproximación teórica pretendemos que nuestra intervención didáctica se vea favorecida y sea entendida por todos vosotros, que desde el ámbito familiar adquirís un importante papel para que nuestro trabajo con vuestros hijos/as tenga un resultado exitoso, motivacional y, sobre todo, funcional para ellos.
Es en el Decreto 97/2015, de 3 de marzo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía donde podemos encontrar las directrices y conceptos generales que pretendemos aclarar y que implican un cambio metodológico.
Por un lado, se entiende por COMPETENCIA CLAVE una combinación de habilidades, prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Se entienden como conocimiento en la práctica, adquirido a través de la participación activa en prácticas sociales que se pueden desarrollar tanto en el contexto educativo formal, a través del currículo, como en los contextos educativos no formales e informales.
Centrándonos en los CAMBIOS METODOLÓGICOS, la metodología tendrá un carácter fundamentalmente activo, motivador y participativo, partirá de los intereses del alumnado, favorecerá el trabajo individual, cooperativo y el aprendizaje entre iguales, e integrará referencias a la vida cotidiana y al entorno inmediato.
¿CÓMO CONSEGUIMOS DESDE LA ESCUELA QUE NUESTROS ALUMNOS SEAN COMPETENTES EN SU VIDA CONTIDIANA Y EN SU ENTORNO?
La respuesta la encontramos también en las orientaciones metodológicas recogidas en el citado Decreto 97/2015, de 3 de marzo, que expresa que “para la adquisición de las competencias, las programaciones didácticas estructurarán los elementos del currículo en torno a actividades y tareas de aprendizaje que permitan al alumnado la puesta en práctica del conocimiento dentro de contextos diversos” y, además “las programaciones didácticas de todas las áreas incluirán actividades y tareas en las que el alumnado leerá, escribirá y se expresará de forma oral, así como hará uso de las tecnologías de la Información y la comunicación”.
Es aquí donde se encuentra el “quid de la cuestión”… la estructuración en torno a tareas, las actividades y los ejercicios. Vamos a aclarar, entonces, éstos conceptos.
Los EJERCICIOS están ligados especialmente a conceptos (contenidos) poco contextualizados, que nos permiten comprobar el dominio o manejo de un determinado conocimiento, como por ejemplo, realizar sumas, memorizas, copiar frases…
Las ACTIVIDADES son un paso más e implican la utilización de algún conocimiento de una forma diferente, como es relacionar, comparar, leer un cuento con la entonación adecuada…
Las TAREAS representan una práctica de vida, con un producto relevante, plenamente contextualiza en una práctica social del entorno del alumnado. Supondrá la resolución y actuación en una situación-problema dentro de un contexto definido. Algunos ejemplos pueden ser preparar un cartel informativo de las actividades que realizamos en el centro o elaborar un menú saludable.
Con esta aproximación teórica pretendemos que nuestra intervención didáctica se vea favorecida y sea entendida por todos vosotros, que desde el ámbito familiar adquirís un importante papel para que nuestro trabajo con vuestros hijos/as tenga un resultado exitoso, motivacional y, sobre todo, funcional para ellos.